El calabacín es una hortaliza que aporta (aproximadamente una taza) 3 gramos de fibra y tan sólo unas 30 calorías. Entre las propiedades o interacciones oftalmológicas del calabacín se encuentran:
1. Se ha demostrado igual de eficaz que el pepino para tratar las bolsas inferiores perioculares (las temidas ojeras), fundamentalmente por su el poder antiedematoso de su pulpa.
2. En gente alérgica, por supuesto, síntomas propios de la alergia (lagrimeo, hinchazón de párpados, conjuntivitis alérgicas) pueden ser desencadenadas al ingerir dicho alimento o incluso inhalado o con exposición directa (por ejemplo, si se aplica rodajas de calabacín para las ojeras como hemos dicho anteriomente).
3. Es rico en vitamina C, esencial para el buen mantenimiento del colágeno (existente en todo el organismo pero también en córnea, conjuntiva, piel palpebral, zónula...) y para la prevención de cataratas patológicas.
4. El más importante, contiene luteína y zeaxantina, dos fitoquímicos que intervienen en el metabolismo de los fotorreceptores, y que son básicos en la patogenia y prevención de la DMAE (degeneración macular asociada a la edad). De hecho, las vitaminas especialmente formuladas para esta patología contienen ambos compuestos.